¿Cuáles son las normas de conducta en Venecia? Y ¿cuántas propinas hay que dar en los restaurantes? | Venecia recibe la visita de cruceros cada vez más grandes. Además de los turistas tradicionales que llegan a la ciudad en tren, autobús, coche o como viajeros de paquetes aéreos, los hoteles de lujo flotantes atraen cada año a más de un millón de visitantes adicionales a la ya masificada ciudad.
Además, están las aerolíneas de bajo coste, que también transportan a miles de viajeros a la ciudad debido a las favorables tasas de aterrizaje en los aeropuertos de los alrededores.
✅ Para controlar la afluencia masiva de turistas y todo lo que ello conlleva, Venecia -con razón- introduce constantemente nuevas normas. Muchas cosas son realmente evidentes, otras hay que recordarlas o requieren una breve explicación.
Reglas de etiqueta en Venecia
Dado el gran número de turistas que acuden a Venecia cada año, se han dictado algunas normas de conducta especiales para la ciudad, que se actualizan constantemente.
► Por ejemplo, está prohibido dejar o tirar basura en público.
► No se detenga en las calles ni en los puentes para no entorpecer innecesariamente el flujo de personas.
► Está prohibido sentarse o tumbarse en bancos y lugares públicos y emblemáticos.
► Además, no está permitido bañarse en los canales y ríos de Venecia. Esto también se aplica a la cuenca de San Marco.
► No hay que dar de comer a las palomas que aún revolotean por la plaza de San Marcos.
► También está prohibido acampar y montar en bicicleta en el casco antiguo (empujar también está prohibido).
Cualquiera que infrinja las normas puede ser multado.
Cómo comportarse en restaurantes y bares
En Italia, suele ser costumbre que la cuenta no se comparta en los establecimientos de restauración. El importe total lo paga una sola persona o, como mucho, se divide entre el número de personas. Para pedir la cuenta, no hay que gritar fuerte por el restaurante, sino llamar discretamente la atención del camarero.
Por cierto, el término «coperto» significa «cubierto» y es habitual como cantidad adicional a la comida y la bebida. Suele ser un importe de 1 a 2 euros.
Para compensarlo, la gente tiende a no dar propina o a dar una propina pequeña. En Italia, como en muchos otros países, no es costumbre incluir la propina directamente en el importe de la cuenta. Deberían abonarte el dinero íntegramente. Siempre puedes dar propina al personal de servicio después o simplemente dejar una cantidad en la mesa. Si pagas con tarjeta y quieres dejar una pequeña propina, también debes entregar el importe en efectivo.
Especialmente para cenar, los italianos no aparecen en bañador y sandalias ni con el torso desnudo (salvo en un chiringuito). Al entrar en un restaurante, la gente espera educadamente hasta sentarse. Estar sentado en una mesa con otros comensales por falta de espacio rara vez ocurre en un restaurante. La cena empieza tarde y suele tener varios platos, aunque en Italia la gente se toma su tiempo para comer y puede ser un poco ruidosa.
Beber vino con la comida es bastante normal. Beber en exceso, sin embargo, se considera vergonzoso y no es frecuente. El desayuno en Italia es café y bollería y es mucho más escaso que aquí. Un bar en Italia no está pensado para la noche, sino más bien para la tarde, porque cierra bastante temprano. Además de bebidas, a la hora de comer se ofrecen aperitivos como panini (bocadillos) y ensaladas, pero también platos de pasta.
Para más información sobre comer y beber en Venecia, consulte mi artículo Venecia culinaria.
Las propinas son bienvenidas pero no obligatorias
En Venecia no se suele dejar propina en los restaurantes. Las excepciones a esta regla son los restaurantes populares entre los turistas, donde esta costumbre se ha consolidado. Sin embargo, si quiere dar dinero extra porque ha quedado muy satisfecho, debe colocarlo discretamente sobre la mesa, como se ha mencionado anteriormente. En cambio, al pagar, dar una cantidad superior a la factura, como ocurre en este caso, es más probable que cause estupor.
En los hoteles, sin embargo, sí que se puede dar dinero extra para las camareras, lo mejor es dejarlo en la mesita, y con 1 euro al día es suficiente.
En cuanto a los viajes en taxi, la gente en Italia suele cobrar meticulosamente, sin esperar que se redondee la suma. En una ciudad turística como Venecia, sin embargo, puede ocurrir que los taxistas individuales ya se hayan acostumbrado a redondear. Sin embargo, no tiene por qué darse en absoluto.
Saludos y despedidas corteses
Los italianos son gente bastante educada, lo que sigue siendo cierto incluso en Venecia, que se ve desbordada por los turistas todos los días. La gente da las gracias y se disculpa con frecuencia.
Un «buon giorno» («buen día») y un «buona sera» («buenas noches») son habituales, al igual que un «arrivederci» para despedirse. Es más común que los jóvenes o los amigos saluden y se despidan con «ciao». Un apretón de manos también puede formar parte del saludo. Si eres un poco más conocido, se reparten los obligatorios besos insinuados. Aquí el orden es: izquierda, derecha, izquierda.
Casi todo está abierto los días festivos
En la gran mayoría de los días festivos en Italia se trabaja y todo está abierto. Las únicas excepciones son el 1 de enero, el 6 de enero (Día de Reyes), el lunes de Pascua y el 1 de mayo, Día del Trabajo. El 15 de agosto también es festivo en Venecia.
El día de San Marcos es fiesta especial en la ciudad, el 25 de abril. Este día comienza con una misa. A continuación, se organizan bailes y actuaciones musicales. El festival anual de la Plaza de San Marcos finaliza este día a la misma hora.
No se aprecia la ropa inadecuada
Los habitantes de Venecia visten de forma apropiada y elegante. Los pantalones cortos sólo se llevan para bañarse, y las sandalias combinadas con calcetines se consideran un faux pas. Sobre todo en las iglesias de Venecia, hay que procurar vestir adecuadamente. Los hombros deben estar cubiertos y las faldas o vestidos no deben ser demasiado cortos. Quienes lleven ropa ofensiva (o demasiado escasa) pueden incluso ser multados. La parte superior del cuerpo no debe quedar al descubierto y el traje de baño suele ser tabú en la ciudad.
Seguridad y carterismo
Como en otras ciudades con muchos visitantes internacionales, en Venecia hay que tener en cuenta la seguridad personal. Llevar demasiado dinero encima siempre aumenta el riesgo, por supuesto. Los bolsillos del pecho o una mano firme sobre la bandolera o la cámara también son buenas herramientas.
El peligro de convertirse en víctima de carteristas es especialmente alto en las aglomeraciones de las atracciones turísticas, en la estación central de ferrocarril o en los autobuses acuáticos. Si viaja en coche, deberá aparcarlo en un aparcamiento vigilado. Por lo general, los objetos de valor más grandes no deben llevarse en el viaje. Sin embargo, hay muchos policías en Venecia a los que se puede acudir en caso de emergencia.
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Qué hay que tener en cuenta en Venecia
Cuando hay muchos turistas, los precios suben especialmente. Así que, si no quiere comer y beber demasiado caro, no debería detenerse necesariamente en la famosa Piazza San Marco. En las calles laterales y un poco alejadas de los lugares de interés popular, los precios son un poco más bajos.
También se recomienda precaución con los comerciantes voladores o un paseo en góndola. Los veraneantes ya han sido engañados en el pasado. No está de más entender y hablar algunas palabras en italiano para negociar los precios. También debe consultarse la lista de precios antes de hacer el pedido o pagar.
Dado que la ciudad publica constantemente nuevas normas sobre el comportamiento de los visitantes, puede ser necesario ponerse al día antes de viajar. Esto se debe a que a veces se imponen fuertes multas si los turistas son sorprendidos infringiendo las normas por los agentes de la ley y las azafatas que están en la carretera con este fin.
En este caso, por desgracia, no importa si la fechoría en sí también se considera como tal o si se han leído las normas en absoluto. Los que se informan siempre están en el lado seguro.
Por último, algunas normas tienen sentido. Por ejemplo, el número de palomas (y la contaminación asociada) en la Plaza de San Marcos ha disminuido significativamente desde que ya no se permite alimentarlas.
